Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con una maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en la gran https://iwanhdxm133579.bloggactivo.com/37632696/la-última-jugada-de-zidane-su-cabezazo-histórico